Résumé :
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El objetivo del texto es evaluar el estado de la cuestión sobre educación y desarrollo rural desde el punto de vista de las políticas públicas y los marcos conceptuales sobre los que esas políticas se basan. También enfoca lo que se podría denominar prácticas idóneas. Se busca que los hallazgos de la investigación sirvan no de modelos, sino de puntos de referencia para quienes buscan maneras de desarrollar la educación en las áreas rurales y contribuir más eficazmente al desarrollo rural. El enfoque de desarrollo rural reconoce que hay muchos actores diferentes en el mundo rural. Algunos siguen ganándose la vida con la agricultura, mientras que otros disponen de una amplia gama de ocupaciones no agrícolas, que van desde las pequeñas aldeas hasta las poblaciones periurbanas, pasando por los mercados más grandes de los pueblos. El concepto de desarrollo rural no es nuevo, pero la globalización lo sitúa en un contexto diferente y conduce a repensar las políticas de desarrollo rural. Para afrontar los retos que encara el mundo rural de hoy se requiere una visión integral de la educación, centrada en el acceso a una educación básica de calidad para todos. Objetivos como la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y la satisfacción de las necesidades del mercado de trabajo rural necesitan que las políticas de desarrollo rural presten mayor consideración a la educación básica y a las estrategias que reconocen plenamente la naturaleza particular del entorno rural. En el Capítulo I presenta una introducción contextual y teórica al nuevo pensamiento sobre el desarrollo rural y la reducción de la pobreza, así como un debate sobre la contribución de la educación al desarrollo rural. En el Capítulo II, el libro analiza la oferta de educación básica en las áreas rurales y ofrece algunas orientaciones de política para su mejora. Además de explorar una dimensión particular de la educación básica, el Capítulo III presta atención a las estrategias que vinculan la educación formal con el entorno de los estudiantes, incluyendo la agricultura y el aprendizaje basado en la utilización de huertos. El Capítulo IV analiza la educación y el trabajo y examinando las implicaciones de la transformación de los mercados de trabajo rurales sobre el desarrollo de competencias. El crecimiento del empleo no agrícola en el área rural implica la necesidad de ampliar el foco de la política de la educación y formación agrícolas a la educación técnica y profesional para el desarrollo rural. Este debate se retoma en el Capítulo V, que aborda las competencias de más alto nivel y la contribución de la educación superior al desarrollo rural. Se presta especial atención a la reforma de las instituciones de educación superior agraria y se presentan lecciones basadas en estudios de caso para documentar prácticas idóneas en materia de reforma institucional. Finalmente, el Capítulo VI se concentra en los principales hallazgos de la investigación y analiza las implicaciones de política y las respuestas posibles de los proveedores de fondos y los países
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